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Tierra del Fuego tiene una oportunidad de oro, pero el desafío es enorme: hacer las cosas bien
Entre la oportunidad de desarrollo y el riesgo de una industria "cautiva": un análisis profundo sobre la soberanía productiva y las opciones que se pueden presentar.
Desde el primer momento en que se propuso habilitar la cría y engorde de salmón en la jurisdicción de la provincia de Tierra del Fuego —y con especial énfasis en el Canal de Beagle— el tema quedó atrapado bajo la famosa "ley de polaridad"1. El debate se fracturó instantáneamente: de un lado, quienes apoyaban la introducción de la acuicultura de salmónidos; del otro, quienes la denostaban sin matices.
Este planteamiento quedó bloqueado institucionalmente por la Ley 1355, sancionada en 2021, que prohibía el cultivo en el Canal de Beagle y otras aguas provinciales por preocupaciones ambientales. Sin embargo, en diciembre de 2025, esta ley fue modificada. La nueva normativa flexibiliza la prohibición y permite la actividad en otras zonas de la isla, aunque mantiene el resguardo del Canal de Beagle y la Península Mitre. Este cambio ha reavivado un choque de visiones entre la protección del ecosistema y la urgencia de generar empleo y desarrollo.
La mirada oficial: ¿Apoyo total o rechazo absoluto?
A principios de 2024, un alto funcionario del actual Gobierno Nacional me hizo una pregunta directa: "¿Qué pensás de la acuicultura de salmón en Tierra del Fuego?". Mi respuesta no fue binaria: le dije que estoy a favor de la acuicultura y que me encanta el salmón, pero que es imperativo tener un cuidado extremo para no repetir las desastrosas experiencias de Chile.

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Ante su mirada expectante, le aclaré rápidamente que en el país vecino la industria priorizó el beneficio económico inmediato bajando costos mediante el aumento de la densidad poblacional en las jaulas. Esto obligó a los peces a convivir con baja oxigenación y mala calidad de agua, derivando en enfermedades branquiales, malformaciones y la plaga de piojos de mar. La consecuencia fue un círculo vicioso: exceso de antibióticos, vacunas constantes y procesos de lavado-desparasitado durante el proceso de engorde.

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Noté que el funcionario dejó de prestarme atención. Me quedé con la amarga sensación de que solo esperaba un apoyo total o un rechazo absoluto. No hubo interés en escuchar argumentos técnicos ni las soluciones posibles. Es vital entender que hoy la industria chilena tiende, gradualmente, hacia los estándares de Noruega, Escocia, Islas Feroe o Canadá, y que ese es el único camino viable.
El origen del negocio: Ovas y Soberanía
El ciclo comienza por las ovas. Si estas se producen en Argentina, se podría unificar la genética para que el Salmón de Tierra del Fuego sea registrado o patentado bajo una "Denominación de Origen".
<-- Foto: AquaGen
Si, por el contrario, se opta por la importación desde Chile, el salmón fueguino nacerá "atado" como una simple filial del sistema chileno, quedando comercialmente cautivo de lo que suceda en el país hermano.
Modelos de engorde: Más allá de las jaulas abiertas
El conocimiento público sobre tecnologías de producción es limitado. La mayoría solo conoce las jaulas abiertas utilizadas en Chile, las cuales no solo enfrentan problemas con los lobos marinos, sino que alteran profundamente el fondo marino por la generación de algas y residuos.

Modelo 'abierto' de jaulas de engorde
Sin embargo, existen alternativas que deben ser evaluadas:
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Sistemas RAS (Recirculación Cerrada): Instalaciones en tierra que son la opción más limpia. No obstante, su alta inversión solo se justifica cerca de los mercados de consumo (como Buenos Aires) para evitar costos de traslado y reducir la huella de carbono. Instalar un RAS en Tierra del Fuego, donde el consumo es insignificante, no sería lógicamente rentable frente a la opción de reemplazar importaciones que rondan los US$ 50 millones anuales.

Primera planta de RAS 2020 en Suiza, Swiss Alpine Fish, que produce salmón del Atlántico de agua alpina pura. Foto de Veolia Water Technologies.
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Jaulas Marinas Semi-Cerradas o cerradas: Ya operativas en Noruega y Japón. Son una solución intermedia en costo que mitiga los problemas de las jaulas abiertas y resulta económicamente atractiva.

Las jaulas semicerradas para peces ofrecen una mayor bioseguridad y calidad del agua a través de tomas de agua profundas y barreras físicas. Foto:Seafarming Systems/VisCo y Remora Robotics
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Sistemas Multitróficos Integrados: Una cuarta opción que ya funciona con éxito en otros países y cuenta con el apoyo de ambientalistas. Consiste en jaulas abiertas que forman parte de un ecosistema controlado donde diferentes especies aprovechan los residuos de otras.

Este diagrama de una operación de acuicultura multitrófica integrada ilustra una combinación de niveles tróficos que comparten el medio ambiente y aprovechan los nutrientes orgánicos e inorgánicos disponibles por los diversos organismos (Fuente: Global Aquaculture Advocate)
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Los sitios IMTA en Canadá incorporan filas de jaulas de salmón, balsas de mejillones y balsas de algas marinas GAA (Fuente: Global Aquaculture Advocate
El espejismo del valor agregado
Hay un punto que políticos y funcionarios suelen omitir: el costo-beneficio real. En Tierra del Fuego no existe una planta de alimento balanceado especial para salmones. ¿Se importará de Chile? ¿Se importarán los peces ya terminada su fase de agua dulce para hacer solo el engorde marino en Argentina?

Foto: GSI - Global Salmon Initiative
Esta última opción es probable, ya que en Chile no se otorgan más licencias marinas por haber excedido los límites sustentables. Si las licencias fueguinas terminan en manos de grandes productores chilenos que traen sus propias ovas y su propio alimento, el único valor agregado en Argentina será la mano de obra, que solo representa el 10% del costo de producción. El resto será uso de agua y licencias.

La sombra de los controles y los estudios "Copy-Paste"
Algunos políticos sostienen que la nueva Ley 1355 incorpora "salvaguardas ambientales suficientes". En teoría puede ser cierto, pero la realidad argentina con la Ley de Pesca —marcada por descontroles y aprobaciones de licencias bajo sospecha— nos obliga a ser escépticos.
Estudio de Impacto Ambiental elaborado por Serman & Asoc. para Shell Argentina -->
Se exige que cada proyecto presente un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) como si fuera una garantía absoluta. Sin embargo, tenemos el antecedente del offshore petrolero: los proyectos de YPF, Equinor y Shell fueron acompañados por trabajos de consultoras como Serman & Asociados que resultaron ser un "copy-paste" de experiencias en otros países. Se ocultaron aspectos negativos y jamás se realizaron estudios de campo reales sobre las especies en el Mar Argentino.
Si la actividad salmonera sigue los patrones de control habituales en Argentina en lugar de los estándares de Noruega o Japón, no habrá salvaguarda que valga. Tierra del Fuego tiene una oportunidad de oro, pero el desafío es enorme: hacer las cosas bien por una vez, con honestidad intelectual y rigor científico.
Autor:

aloubet@seafood.media
1. La Ley de Polaridad, un principio hermético, postula que todo tiene dos extremos u opuestos (como arriba/abajo, luz/oscuridad, amor/odio), que son en realidad manifestaciones del mismo "algo" en diferentes grados; nos enseña que los opuestos son complementarios, se definen mutuamente y podemos cambiar nuestra experiencia de uno a otro transformando nuestra perspectiva, pasando de lo negativo a lo positivo, y encontrando el equilibrio al abrazar ambas facetas de la realidad.
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