Ilya Rakovsky, presidente de la Unión Pesquera de Carelia, dijo en el Foro mundial de pesca y exposición de productos del mar en Rusia de San Petersburgo que los compradores europeos se han negado a comprar bacalao y eglefino del Atlántico rusos. La exposición atrajo a 350 empresas de Rusia y 17 países, que abarcan la pesca, el procesamiento, la construcción naval y otros campos de los mariscos.

 

Rakovsky señaló que la situación actual es difícil de cambiar a corto plazo y que las empresas pesqueras rusas deben adaptarse a esta "nueva realidad". En el pasado, las empresas rusas exportaban bacalao y eglefino a Brasil a través de Portugal, España y Noruega. Ahora algunas empresas han obtenido la certificación para suministrar directamente a Brasil. Al mismo tiempo, el mercado chino también es atractivo para las empresas pesqueras rusas. Este año, Rusia comenzó a enviar productos pesqueros directamente a China por mar a través de San Petersburgo, y el aumento del número de barcos refrigerados ha reducido los costos de transporte.

 

 

Además del mercado chino, la creciente demanda de pescado blanco en Brasil también ha traído nuevas oportunidades para la pesca rusa, especialmente para el pescado blanco de gran tamaño. Rakovsky también destacó que a pesar de las sanciones, es fundamental mantener un cierto grado de cooperación internacional para la industria pesquera, especialmente en la investigación de los recursos pesqueros en el mar de Noruega y el mar de Barents. Señaló que los recursos de bacalao y eglefino en estas zonas pesqueras están en malas condiciones, por lo que la investigación conjunta es particularmente importante.

 

Ante los desafíos que plantean las sanciones actuales, la industria pesquera de Rusia está respondiendo activamente a los cambios en el panorama comercial mundial explorando nuevos mercados y fortaleciendo la cooperación internacional.