Foto: AME/Facebook
Los viejos y el mar
PERÚ
Saturday, December 02, 2023, 21:00 (GMT + 9)
En el mundo, el porcentaje de pescadores mayores de 50 años es menor de 25%, pero en diversas regiones la edad promedio supera dicha cifra, como evidencia el caso de España con un notable 33% de tripulantes que pertenecen a este grupo etario (Hernández, 2023).
En América Latina, debido a la inestabilidad de las capturas y a que más del 90% no cotiza a ningún fondo de pensiones, se suele postergar el retiro y los mayores de 50 años superan el 40%. Corresponde pues, abordar las implicaciones que conlleva el envejecimiento de la fuerza laboral y encontrar estrategias sostenibles para garantizar la continuidad y vitalidad del sector.
El notable estudioso de la pesca en el Perú, Federico Iriarte Ahón, nos refiere que según el Estudio Nacional de Población de Pescadores Artesanales Embarcados (ENEPA III) de 2015, el 28% de estos trabajadores superaba los 50 años de edad. En la actualidad, se estima que este porcentaje podría haberse incrementado a un 47% de su población total, que posiblemente sea más de 100,000.
La pesca es una actividad milenaria en el Perú con más de 5,000 años de historia, tradiciones y registros culturales que contribuyen a la identidad del pescador nacional. El carné, emitido por la Autoridad Marítima, es el documento que autoriza a embarcarse, aunque se estima que más de un 20% de los tripulantes no lo tienen. El límite de edad para esta profesión es 68 años, el que se puede extender a 70, previa verificación médica.
Estos antiguos hombres de mar, con un adiestramiento adecuado, podrían encontrar ocupación contribuyendo a la formación de nuevas promociones de pescadores. Como decía el dramaturgo griego Esquilo, “El viejo se halla siempre a tiempo de aprender”. Pero no lo estiman así los responsables del sector. En cuanto a la capacitación, está ausente de la preocupación estatal, que ha minimizado al Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita, otrora ejemplo en América Latina. Éste recibió reconocimientos internacionales e irradiaba su acción a nivel nacional. Poco se puede esperar, sin embargo, en tal terreno, en el que no existe ningún incentivo para la iniciativa privada.
En relación con los accidentes y la salud laboral, la mayoría de este grupo intentará atenderse en el SIS o EsSalud. Esto conlleva la necesidad de tener centros de salud debidamente equipados, para atender sus enfermedades profesionales, en las regiones con mayor concentración de pescadores. Algunos pueblos en estas áreas carecen de servicios básicos como agua y electricidad, por lo que es poco probable que obtengan infraestructura sanitaria.
Los pescadores tampoco encuentran posibilidades de acceso a créditos que les permitan adecuar sus naves y aparejos para los retos de una pesca cambiante. El Fondo de Desarrollo Pesquero no ha resuelto esta carencia, ni se vislumbra que lo haga en el futuro cercano, menos aún para los más viejos.
El gobierno acaba de emitir el Decreto de Urgencia 038-2023 “Como mecanismo compensatorio que coadyuve a mitigar los impactos económicos negativos como consecuencia del fenómeno El Niño y los oleajes anómalos”, a través de una subvención económica de 700 soles para lo cual hay que estar registrado en un Padrón de Beneficiarios elaborado por PRODUCE con información provista por Gobiernos Regionales y la Dirección General de Capitanías y Guardacostas. Ojalá esta vez sí llegue esta exigua asistencia a quienes la necesitan y les corresponde.
La pesca artesanal enfrenta graves problemas estructurales en el país. Tal vez uno de los mayores sea la falta de involucramiento de los llamados a resolverlos. Corresponde hacerlo hoy.
Autor/fuente: Alfonso Miranda Eyzaguirre/ Expreso
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