Fuente: Evaluación de la toxicidad del triclosán en diferentes etapas de vida del Lambari ('Astyanax altiparanae')
El triclosán, un producto químico para uso cosmético, causa graves daños a peces nativos de Brasil, según un estudio
BRASIL
Wednesday, February 19, 2025, 00:20 (GMT + 9)
Un estudio colaborativo de investigadores del Programa de Posgrado en Biología Animal de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) y de Embrapa Medio Ambiente ha revelado efectos adversos significativos de la toxicidad del triclosán en el pez lambari de cola amarilla, una especie de pez nativa de Brasil, en varias etapas de desarrollo.
El triclosán, un compuesto bactericida ampliamente utilizado que se encuentra en productos como jabones, pastas de dientes y desodorantes, puede ingresar a ambientes acuáticos y representar riesgos sustanciales para los organismos acuáticos, según informó Cristina Tordin de Embrapa Medio Ambiente.
Visualización de la concentración de dos animales en áreas con aireación y que no responden a estímulos externos (A) y en la segunda imagen de natación errática, espasmos musculares y ataxia (B).
.png) Los resultados experimentales demostraron que las larvas del lambari de cola amarilla sufrieron daños graves e irreversibles, que afectaron principalmente la columna vertebral, el corazón y la pigmentación. Los peces adultos presentaron importantes alteraciones neurológicas, como ataxia y parálisis, que muchas veces llevaron a la mortalidad incluso con bajas concentraciones de triclosán.
"Las alteraciones observadas en los peces adultos fueron predominantemente neurológicas, manifestándose como ataxia, distonía y parálisis, resultando en mortalidad a pesar de la exposición a concentraciones consideradas bajas", explicó José Henrique Vallin, de Embrapa Meio Ambiente.
"Las respuestas fisiológicas de los peces a diversos contaminantes emergentes aún no se comprenden bien", afirmó Márcia Ishikawa, investigadora de Embrapa Meio Ambiente y directora de tesis de maestría. "Estas respuestas, conocidas como biomarcadores, sirven como herramientas valiosas para monitorear la calidad del ambiente acuático. Los estudios en esta área son cruciales tanto para la protección del medio ambiente como para el sector de producción".
Además del pez lambarí de cola amarilla, el pez cebra se utiliza comúnmente en estudios ecotoxicológicos debido a su sensibilidad a los cambios ambientales y la facilidad de observación en el laboratorio. La transparencia de los huevos de pez cebra, por ejemplo, facilita el seguimiento directo de las deformidades y otros impactos causados por el triclosán y otros contaminantes durante el desarrollo embrionario.
.png) La tesis de máster de Juliana Gil destaca la resistencia del triclosán al tratamiento convencional de aguas residuales, lo que lleva a su acumulación en entornos acuáticos y aumenta el riesgo de formación de subproductos tóxicos. Esta acumulación plantea amenazas a los organismos acuáticos y potencialmente a la salud humana a través de la bioacumulación en la cadena alimentaria.
La investigación subraya la necesidad de un mayor control y seguimiento del uso y eliminación de productos químicos, en particular de los "contaminantes emergentes" como el triclosán. Con aproximadamente 10 millones de compuestos químicos descritos en la literatura científica y 70.000 de ellos ampliamente utilizados en productos de consumo, la adición anual de entre 1.000 y 2.000 nuevos compuestos requiere una regulación estricta.
.png) Además, como señaló Claudio Jonsson de Embrapa Meio Ambiente, muchos contaminantes emergentes, incluido el triclosán, carecen de valores máximos de concentración permisibles establecidos en los cuerpos de agua, lo que dificulta una supervisión regulatoria efectiva.
Vera Castro, investigadora de Embrapa Meio Ambiente y codirectora de tesis, enfatizó el papel fundamental de la ecotoxicología para comprender los impactos de los contaminantes. Estos estudios proporcionan datos esenciales para desarrollar estándares ambientales y mitigar los riesgos ecológicos.
.png) El consumo creciente y la eliminación inadecuada de sustancias químicas plantean un desafío cada vez mayor, ya que muchas plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) carecen de la tecnología para eliminar compuestos como el triclosán. Las aguas residuales domésticas sirven como la ruta principal para los productos farmacéuticos y de cuidado personal (PPCP) en los ecosistemas acuáticos, lo que exacerba la contaminación. Los residuos de lodos de las PTAR contribuyen aún más a esta contaminación.
Dada la creciente presencia y los efectos poco comprendidos de los PPCP en los ecosistemas acuáticos, el estudio destaca la necesidad urgente de una regulación y un monitoreo rigurosos. La investigación continua a largo plazo es esencial para evaluar los impactos negativos de estos compuestos sobre el medio ambiente y la salud humana.
En el estudio también participan Júlio Ferraz de Queiroz, José Henrique Vallim y Rodrigo Castanha, de Embrapa Medio Ambiente, y Fernanda Smaniotto, Patrícia Dias y Giovanni Ferri, del Programa de Posgrado en Biología Animal de la Unicamp.
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