Ejemplo de cómo podría ser la granja de salmón en mar abierto de Blue Endeavour en el estrecho de Cook. Foto: Seafood New Zealand
Siete proyectos de acuicultura aprobados por vía rápida en Nueva Zelanda
NUEVA ZELANDA
Tuesday, October 08, 2024, 00:10 (GMT + 9)
Aquaculture New Zealand ha acogido con satisfacción la aprobación acelerada de siete proyectos importantes, que se espera que impulsen el empleo regional y aumenten la capacidad de exportación, según informa Radio New Zealand (RNZ).
Estos proyectos forman parte de la selección inicial del gobierno en virtud del proyecto de ley de aprobación por vía rápida, diseñado para agilizar los procesos de desarrollo. El ministro de Infraestructura, Chris Bishop, indicó que, si bien el proyecto de ley aún no se ha aprobado y quedan algunos pasos por dar, varios de estos proyectos podrían recibir luz verde el año próximo.


Sanford, un actor importante en la industria pesquera de Nueva Zelanda, tiene tres proyectos clave en la lista: un criadero de mejillones Greenshell en tierra en Canterbury, un criadero de salmón en agua recirculante en tierra en un antiguo matadero de 24 hectáreas en Southland y dos granjas de salmón en alta mar de 20 hectáreas.
El proyecto de acuicultura Hananui de Ngāi Tahu Seafood también está incluido, con el objetivo de establecer una granja marina de 2.500 hectáreas para peces de aleta en la costa noreste de la isla Stewart. Otros proyectos incluyen la propuesta de Te Aupouri Fisheries Management para desarrollar nueve granjas marinas en Northland, la granja de salmón terrestre y la planta de procesamiento de Impact Marine en Southland, y la renovación de Clifford Bay Marine Farms de una granja de mejillones de 424 hectáreas en Marlborough Sounds.
Gary Hooper, director ejecutivo de Aquaculture New Zealand, describió la inclusión de estos proyectos como un momento transformador para la industria. "La acuicultura tiene un potencial enorme en Nueva Zelanda, y estos proyectos podrían cambiar las reglas del juego para las economías regionales", dijo.
Hooper también señaló que los largos y costosos procesos de consentimiento bajo la Ley de Gestión de Recursos (RMA) han obstaculizado anteriormente la inversión, y agregó: "La RMA enfrentaría a la economía con el medio ambiente. Nueva Zelanda puede ser más inteligente, logrando tanto una protección ambiental de clase mundial como un crecimiento económico".
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