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Fernando Álvarez 'Clava el Estoque' al SOMU y Busca Acuerdo Directo con su Tripulación para Reactivar la Flota
ARGENTINA
Friday, May 09, 2025, 00:10 (GMT + 9)
- “Si mi gente acepta la propuesta les pediré que pidan libertad de acción al SOMU y sacaré los barcos”
- El empresario-armador desafía la postura sindical, buscando la aprobación de sus marineros y la justicia para operar su flota bajo nuevas condiciones salariales.
En una firme declaración, Fernando Álvarez, presidente de Conarpesa, ha anunciado su estrategia para superar el bloqueo del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y reactivar su flota pesquera. En una entrevista concedida a Karina Fernández de Revista Puerto, Álvarez ratificó su intención de presentar al Ministerio de Trabajo las mismas propuestas salariales que las cámaras empresarias, pero sin involucrar al SOMU en la negociación. Su plan consiste en acordar directamente con sus tripulaciones y, con su aval, acudir a la autoridad laboral o a la justicia para obtener la aprobación que le permita operar sus barcos bajo las nuevas condiciones salariales. Álvarez dejó claro que, de obtener el respaldo de sus trabajadores y la validación legal, no esperará un acuerdo general con las cámaras para poner en marcha sus buques.
Fernando Álvarez fue el principal impulsor de una reciente reunión en Barcelona que congregó a más de treinta empresarios del sector. Aunque no pudo asistir presencialmente por motivos de salud, lideró el encuentro vía Zoom, donde se decidió realizar una presentación formal ante el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, su enfoque será distinto al del resto de los empresarios, ya que ha optado por no negociar directamente con el SOMU. En cambio, presentará su propuesta a sus tripulaciones y, si estas la aprueban, buscará la validación de la autoridad laboral o judicial para implementarla, tal como lo confirmó en la entrevista con Revista Puerto. Para el empresario, la reducción del 30% en el premio de producción es una condición innegociable.
“En mi caso, pedí que una vez redactado el comunicado me lo envíen, porque no mantengo comunicación alguna con el SOMU; el canal de diálogo está totalmente cortado y no tengo intención de reabrirlo. Mi única vía de comunicación es con mis marineros, y si ellos están de acuerdo, les solicitaré que pidan al sindicato libertad de acción. Luego, acudiremos al Ministerio para seguir los pasos legales correspondientes. Después de las reiteradas faltas de respeto, amenazas y mentiras de las que he sido objeto por parte del SOMU, no tengo ninguna intención de dialogar con ellos”, afirmó categóricamente Fernando Álvarez.

Foto: Revista Puerto
REVISTA PUERTO: ¿Esta acción se concretará después de que las cámaras y el gremio alcancen un acuerdo?
FERNANDO ALVAREZ: No. Hablaré con mis tripulaciones, les presentaré la propuesta, y si la aceptan, acudiré junto a ellos al Ministerio de Trabajo para su homologación o a la justicia, como ocurrió con el barco Marlene del Carmen en Mar del Plata. Si el Ministerio o la justicia me dan su aval, saldré a pescar. Una vez obtenido ese respaldo legal, me sentiré liberado para operar sin esperar a nadie. Imagino que, si salgo en esas condiciones, nadie se opondrá. Si las cámaras logran un acuerdo antes, saldremos todos, pero si eso no sucede y mi tripulación aprueba la propuesta mañana mismo, pondré en marcha los barcos. Con el SOMU no tengo nada que acordar ni de qué hablar. Mi acuerdo debe ser con mi gente, a quienes pago el salario, no con el SOMU, que no son mis empleados ni yo socio de ellos.
RP: ¿Es factible firmar acuerdos entre partes sin la aprobación del gremio?
FA: Por supuesto que se pueden firmar acuerdos. Lo lógico sería que el sindicato los avalara, pero incluso su aval resulta inútil, como se evidenció en Rawson. Firmamos con los delegados sindicales de la región, y luego llegó Raúl Durdos (secretario general del SOMU) y buscó desacreditar lo que su propia gente había firmado. Yo recurriré al Ministerio o a la justicia para que validen ese acuerdo privado entre la tripulación y mi empresa. El sindicato puede protestar, intimidar en el muelle, llamarlos carneros como hicieron en Mar del Plata, pero legalmente es posible. La relación laboral es entre la empresa y los empleados. Los sindicatos deberían limitarse a asegurar el cumplimiento de lo que los marineros han firmado y a otorgarles libertad de acción. Si mis empleados están de acuerdo y el Ministerio o la justicia dictaminan que todo está en orden, que el SOMU recurra hasta la Corte Suprema; lo discutiremos después, pero el primer sueldo se pagará con las nuevas condiciones. Si alguien tiene derecho a demandar es el empleado, no el gremio.
RP: ¿Cuáles son las nuevas condiciones que proponen?
FA: El primer punto, y el más crucial, implica una reducción del 30% en el valor del premio de producción, lo cual es inalterable. Luego hay otras cuestiones como la forma de liquidación del aguinaldo, la declaración de zafrera para la actividad, etc. Sin embargo, para mí, la baja en el premio por producción es una condición sine qua non. Una vez resuelta esa cuestión, se discutirán las demás si se establece un diálogo entre las cámaras y el sindicato. Pero ninguna oferta que no incluya la reducción del 30% en el premio de producción será aceptada por mi parte.
RP: ¿La postura del sector fue tan unánime como esperaba?
FA: Sí, y ese es el aspecto más destacable de la reunión. No observé ninguna duda con respecto a la reducción del 30% en el premio de producción; nadie lo cuestionó, nadie sugirió negociar. La postura fue tajante y ese fue el punto en el que todos los empresarios coincidieron. También hubo consenso en que, si no se alcanza un acuerdo, no saldrán a pescar, porque hacerlo implicaría operar a pérdida, y nadie está en condiciones de seguir perdiendo dinero.
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