'En el caso del calamar Dosidicus gigas, podemos tomar la década pasada como un adelanto de los escenarios futuros...'
¿Qué pasó con el calamar de Humboldt (Dosidicus gigas) en el Golfo de California, México? Cambio climático y perspectivas a futuro
MÉXICO
Monday, September 16, 2024, 00:10 (GMT + 9)
A Continuacion publicaremos un extracto de un artículo elaborado por Erick Daniel Ruvalcaba Aroche y Laura Sánchez-Velasco, ambos del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Resumen
Cuando escuchamos el nombre “calamar gigante” podemos pensar en monstruos marinos de varios metros de largo, peleando con cachalotes o tiburones en las profundidades de los océanos. Y aunque sí existen estos calamares que alcanzan hasta los 15 metros de largo (géneros Architeuthis y Mesonychoteuthis), estos habitan principalmente aguas templadas y subpolares de ambos hemisferios. En el Golfo de California (México) se conoce como calamar gigante, o calamar de Humboldt, a la especie Dosidicus gigas, la cual puede llegar a medir hasta 1.20 m de largo y pesar hasta 60 kg.
Esta especie ha sido capturada en las aguas de la cuenca Guaymas del Golfo de California, frente a los puertos de Santa Rosalía, BCS y Guaymas, Sonora; y llegó a ser el tercer recurso pesquero de mayor importancia en el país por su volumen de captura, alcanzando sus máximos a nales de los 90’s y principios de la primera década de los 2000s. Sin embargo, después de un evento El Niño en los años 2009-2010, que incrementó la temperatura de la supercie del mar hasta 3 oC, la pesquería disminuyó drásticamente, hasta su eventual colapso después del año 2013. ¡Es decir, no se han pescado más calamares gigantes en el Golfo de California!
En el siguiente texto abordaremos una breve descripción de la especie, así como algunas de las razones que hasta ahora son aceptadas por la comunidad cientíca, que explican el cambio radical en esta especie de importancia económica, así como su relación con el cambio climático y los posibles escenarios futuros.
¿Qué es y cómo es el calamar gigante?
Los calamares son moluscos cefalópodos, parientes de los pulpos, las sepias y los nautilos. Los calamares son los moluscos mejor adaptados a la vida pelágica, es decir, los que poseen las capacidades de natación más desarrolladas, y que tienden a tener poca o nula dependencia con el fondo marino. Existen más de 300 especies de calamares que se distribuyen en todos los océanos del mundo. Entre ellas está D. gigas o calamar gigante, calamar de Humboldt, jibia, pota y varios nombres más con los que se denomina a la especie a lo largo de su rango de distribución en el Océano Pacíco Oriental, que va desde Chile hasta California (Figura 1).
Figura 1. Rango de distribución del calamar Dosidicus gigas. El polígono claro es el rango histórico de distribución. Los polígonos oscuros son los rangos extendidos en sus respectivos años. Los óvalos enmarcan las principales zonas pesqueras de D. gigas en Chile, Perú y México. Tomado de Rosa et al. (2013). ==>
Anatómicamente podemos distinguir tres partes principales, la corona de brazos, la cabeza y el manto (Figura 2). En la cabeza podemos encontrar los ojos y la boca, y la mayoría del sistema nervioso central. Mientras que el manto alberga la mayoría de sus órganos vitales del sistema digestivo, circulatorio, respiratorio y reproductivo. La corona de brazos contiene ocho brazos y dos tentáculos, los tentáculos generalmente están retraídos y no se ven a simple vista, a menos que el organismo se encuentre cazando. Los brazos poseen ventosas a lo largo de todo el apéndice, mientras que los tentáculos solo tienen estas estructuras en la región distal.
Figura 2. Anatomía externa básica del calamar Dosidicus gigas. Editada de Rosa et al. (2013)
Los calamares tienen un ciclo de vida que se compone de cinco etapas (Figura 3): huevo, paralarva, juvenil, subadulto y adulto. Las hembras reproductivas depositan masas de huevos planctónicos1, los cuales se desarrollan a una temperatura entre los 15 y 25 °C, en condiciones de alta oxigenación (Staaf et al., 2008). Después de aproximadamente siete días eclosionan las paralarvas, también de hábitat planctónico, estas habitan los primeros metros de la columna de agua, desde la supercie hasta la termoclina (Figura 3) y crecen rápidamente alimentándose de detritos que capturan excretando mucosa y después “cosechando” con su probóscide, la cual dará lugar a sus tentáculos (Fernández-Álvarez et al., 2018). Esta etapa presenta las tasas de crecimiento más altas, aumentando su talla hasta un 6% diario.
Figura 3. Ciclo de vida y uso de hábitat del calamar Dosidicus gigas. A la izquierda se muestran perfiles típicos de temperatura y oxígeno en la boca del Golfo de California y una división en tres capas de acuerdo con estos perfiles: 1) Una capa superficial de mezcla de condiciones homogéneas con altas temperaturas y concentraciones de oxígeno, 2) Una capa intermedia de alto cambio en ambas variables denominada termoclina (temperatura) y/o oxiclina (oxígeno), 3) una zona profunda de baja concentración de oxígeno denominada como zona de mínimo de oxígeno. A) Masas de huevos flotantes depositados en la termoclina. B) Paralarvas planctónicas de hábitat superficial. Los tentáculos están fusionados en una probóscide, aletas poco desarrolladas, forma de campana poco hidrodinámica. C) Juveniles. Tentáculos formados, aletas desarrolladas y forma más hidrodinámica para una mejor natación. Esta etapa inicia las migraciones hacia la zona de mínimo de oxígeno. Los juveniles tienden a congregarse, pero evitan a los adultos para reducir canibalismo. D) y E) Subadultos y adultos no tienen rasgos anatómicos externos que los diferencien, suelen congregarse para cazar cardúmenes de peces pequeños.
Este crecimiento representa una tasa metabólica alta, por lo que las paralarvas son sensibles a las condiciones de poca oxigenación y evitan las zonas de hipoxia de las aguas profundas (Ruvalcaba-Aroche et al., 2022).
La etapa juvenil es la que tiene los mayores cambios en la anatomía, fisiología y comportamiento de estos organismos. Esta etapa inicia cuando las paralarvas adquieren capacidad natatoria, mientras que la probóscide da lugar a los tentáculos y marca el cambio en su alimentación, pasando de ser detritívoros por una “alimentación pasiva” a cazadores activos del zooplancton (Camarillo-Coop et al., 2013). Además, en esta etapa inician las migraciones verticales hacia las zonas de mínimo de oxígeno3, y para ello desarrollan varias adaptaciones fisiológicas y metabólicas que les permiten permanecer en condiciones de oxigenación muy bajas por largos periodos de tiempo (Gilly et al., 2006).
Migración de calamares adultos de la costa de California hacia las zonas de reproducción en el Pacífico mexicano (Flechas oscuras), las flechas claras son posibles migraciones hacia zonas con temperatura mayor a 15 °C. Las línea azul y roja es la posición de las isotermas de 15 y 25 °C en el verano, a la profundidad en la que se depositan los huevos de calamar (termoclina, ~50 m). El área entre las líneas azul y roja constituye el hábitat potencial de desove propuesto por Staaf et al. (2011). El polígono verde es el hábitat de crianza de las paralarvas propuesto por Ruvalcaba-Aroche et al. (2022).
Habitar estas zonas de mínimo oxígeno los ayuda a escapar de la mayoría de los depredadores pelágicos que no toleran las condiciones de baja oxigenación (Bazzino et al., 2010; Rosa y Seibel et al., 2010).
La etapa de juvenil finaliza cuando los organismos ya tienen la forma de los adultos y cambian su alimentación principal del zooplancton hacia organismos nectónicos, principalmente peces pequeños, como los mictófidos (Markaida 2006a). Estos se consideran subadultos ya que su aparato reproductor no ha madurado y aun no se pueden reproducir.
La adultez llega al momento de la maduración de su aparato reproductor, y tanto hembras como machos se aparean desde este momento hasta su muerte por senectud o depredación.
Los calamares gigantes, al igual que todos los cefalópodos, son organismos semélparos, es decir, que solo tienen un único ciclo reproductivo en su vida. Pero, a diferencia de la mayoría de los cefalópodos que mueren después de una única reproducción, los calamares gigantes se aparean en múltiples eventos a lo largo de una temporada que se puede extender por varios meses, y a diferencia de la mayoría de los cefalópodos, estos calamares no dejan de crecer en talla, inclusive después de iniciada la temporada de reproducción (Markaida et al., 2004).[continua...]
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