El banco (antes Glitnir Banki), que ofrece servicios de inversion bancaria a personas, empressas y corporativa, fue asumida por el Gobierno de Islandia en octubre de 2008, adquirió una participación del 75% de unos € 600 millones. El banco fue reestructurado y volvió a un antiguo apodo para marcar un nuevo comienzo. Conservó sus operaciones domésticas y de los activos, incluidas sus sucursales, centros de servicio, cajeros automáticos y banca en línea. Sin embargo, el banco vendió sus filiales finlandés, noruego y sueco. Sus operaciones internacionales en el resto de Canadá, China, Rusia, los EE.UU. y el Reino Unido dejará de funcionar en el marco del recién nacionalizado banco de Islandia